Recibir la noticia de que estamos embarazadas, además de la inmensa alegría nos invade muchas dudas y temores, pero una de las más comunes, aunque no lo creas, es el temor a la aparición de las estrías. Estas son pequeña lesiones en la piel producidas por el aumento de volumen, tal es el caso cuando estamos en gestación, nuestra piel se estira para albergar a nuestro bebé en continuo crecimiento, perdiendo elasticidad.
La mayoría de las mujeres les tememos porque son antiestéticas, tienen un tono rojo o rosáceo al principio, luego con el tiempo se cierran volviéndose de color blanco. Por supuesto, que depende del tipo de piel, las pieles secas y más blancas son más propensas por la poca hidratación, siendo las zonas más frecuentes: el pecho, vientre, muslos y caderas.
Si te aterra que aparezcan muchas de ellas, ¡calma! Existen rutinas para reducir y evitar su aparición, si bien es cierto que no podemos controlar ni alterar los procesos hormonales que causan cambios en nuestro cuerpo durante el embarazo, podemos seguir estas recomendaciones, para evitar su aparición o al menos reducir su visibilidad:
Para atacar las estrías, existen muchas lociones y cremas destinadas específicamente para ello, además de tratamientos estéticos no invasivos muy efectivos aunque costosos. Sin embargo, muchas mujeres embarazadas prefieren optar por los remedios caseros, también muy efectivos y quizás más.
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