20 Jul · Malanie Fajre · No hay comentarios
La detección oportuna de un trastorno auditivo en un niño es importante para evitar que el daño sea mayor, dicen especialistas.
El diagnóstico de un problema auditivo debe ser lo más temprano posible, para aplicar un tratamiento oportuno y de esa manera poder evitar consecuencias peores y que el daño sea aún mayor.
No obstante, no siempre es posible tener un diagnóstico oportuno y preciso, aunque actualmente a los recién nacidos se les aplica una prueba de audición llamada cribado auditivo, no obstante, el verdadero riesgo comienza cuando el trastorno es progresivo y comienza meses después del nacimiento del bebé.
1.-A los 8-12 meses, el niño no gira la cabeza en dirección a los sonidos familiares o no balbucea.
2.- A los 2 años, no entiende órdenes sencillas sin que se le apoye visualmente.
3.- A los 3 años, no localiza la fuente del sonido y no puede repetir frases.
4.- A los 4 años, no sabe contar lo que le pasa.
5.-A los 5 años, no puede mantener una conversación sencilla.
6.-Pregunta “¿qué?” con demasiada frecuencia.
7.-Falta de atención frecuente, y que le cueste mantenerse concentrado.
8.-Escuche la televisión a un volumen muy alto.
9.-Oriente la cabeza hacia la fuente del sonido y mire fijamente a la cara cuando le hablan.
10.-No entiende cuando se le habla desde otra habitación.
Pero el problema no sólo puede advertirse en casa, ya que también en el aula los maestros pueden notar si existe un defecto en la audición de un niño y es necesario prestar atención cuando los niños:
No entienden lo que se les dice.
No atienden las tareas en las que hay que escuchar.
Tienen problemas con la percepción de ciertos sonidos, por ejemplo letras como s, f, z, ch.
Miran a los demás niños para entender lo que están haciendo o diciendo.
Están fatigados al final del día.
Se evaden y abstraen en las situaciones que requieren una buena audición.
Dra Mercedes Ledezma
Puericultor Pediatra
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