Romper fuente, correr a la clínica, lidiar con las contracciones, dar a luz, atender las visitas de familiares y amigos, etc, etc, etc… Cuando un bebé está por nacer, las mamás vivimos una vorágine de experiencias y emociones que sin duda roban nuestra atención por un buen rato. Sin embargo, cuando baja la marea y finalmente podemos tomarnos un minuto para ver cómo lucimos, muchas encontramos una imagen poco halagadora como resultado de 9 meses de gestación. Si te quieres reconciliar con el espejo, este post te dará algunas pistas para lograrlo.
Antes que nada debes saber que un trabajo aeróbico con intensidad de baja a moderada desde el embarazo es muy importante, ya que mantiene los músculos tonificados (importante a la hora del parto), colabora en el control de peso durante la gestación y conserva el buen ritmo del metabolismo.
El Pilates es una buena opción para ejercitarse en esta etapa, siempre y cuando tu parto vaya a ser por vía vaginal y no haya riesgos de por medio. Esta práctica no sólo tonifica, sino que también previene futuros problemas de incontinencia urinaria. Pero, si no eres fan del Pilates, hay muchas otras opciones como por ejemplo el yoga. Lo importante es que la actividad física que escojas no eleve tu frecuencia cardíaca, pues podría restarle oxígeno al bebé.
Foto cortesía de: Whattoexpect.com
Ahora bien, una vez que ya hayas traído a tu pollito al mundo ten en cuenta lo siguiente: *Estudios realizados por el doctor Alex Kojo Anderson, de la Universidad de Georgia en Atenas, encontraron que la lactancia exclusiva ayuda las mujeres a perder más rápido el peso acumulado durante el embarazo que el uso de fórmula, así lo reseña Reuters Health.
*En general, después del parto las madres deben empezar a ejercitarse de manera gradual y fortalecer el suelo pélvico.
*Cuando el parto es por cesárea: lo ideal es que esperes al menos 2 meses antes de iniciar una rutina de ejercicio. Sin embargo, es recomendable que a la semana de dar a luz comiences a hacer caminatas cortas a paso lento, pues te ayudaráa evitar posibles complicaciones como formación de coágulos de sangre.
*Cuando el parto es natural (y más aun si te mantuviste haciendo ejercicio durante el embarazo): puedes retomar la actividad física al cabo de un mes. Empieza con caminatas de 30 minutos a ritmo lento o moderado, 3 veces por semana. Si quieres añadir algo de resistencia al ejercicio, realiza esta caminata mientras paseas a tu pollito en su coche.
Cualquiera que sea tu caso, siempre consulta al especialista antes de comenzar a ejercitarte. Además, si tu presupuesto te lo permite recuerda que en algunos gimnasios cuentan con entrenadores especializados en ejercicios postparto. Lo esencial es que en una primera etapa no te excedas y te enfoques en ejercicios de bajo impacto, que se concentren en la tonificación y el estiramiento.
Foto cortesía de: Livestrong.com
No presiones a tu cuerpo
¿Quién no sueña con copiar a la famosa presentadora de Project Runaway, Heidi Klum, quien a pocas semanas de dar a luz ya paseaba su esbelta figura por la pasarela de Victoria Secrets? ¡Probablemente todas! Sin embargo, si eres paciente y perseverante tu también podras hacer realidad tu sueño de recuperar tu figura. Pretender lucir unas medidas 90-60-90 después de 9 meses de embarazo, es casi misión imposible.
Para deshacerte de los kilos extra lo mejor es que ataques el sobrepeso por 2 flancos: dieta y ejercicio, así que además de activarte físicamente, acude a un nutricionista que te asesore en términos de alimentación postparto. Evita cambios o restricciones bruscas en la dieta que pudieran afectar a tu bebé.
Finalmente, y antes de despedirnos por este post, te recordamos que los especialistas sugieren no bajar más de medio kilo por semana, sobre todo si estás dando pecho. Recuerda el viejo dicho de la sabiduría popular: “del apuro no queda sino el cansancio”.
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