16 Jul · Catherine Perez · No hay comentarios
El Planeta Tierra es el único planeta donde los seres humanos pueden vivir. Es en él donde existe vida para nosotros, donde pueden crecer nuestros hijos y donde, si lo cuidamos como es debido, podrán crecer futuras generaciones. Es por esto, que es de vital importancia velar por él.
Ser ecológica simplemente significa ser amigable con nuestro Planeta. Desde un simple gesto como cerrar el grifo del agua cuando estamos fregando o bañándonos y dejarlo de utilizar por un instante hasta unirse a causas y voluntariados para limpiar calles, parques y playas, sembrar árboles, entre muchas otras actividades.
Lo que la mayoría de las personas no se imagina, es que todo puede comenzar en casa, con pequeños aportes y dando el ejemplo. Puedes colaborar apagando las luces o TV cuando no estás en el cuarto, reciclando plástico, vidrio, reutilizando ropas, juguetes en lugar de llevarlos directamente a la basura. También donarlos es un acto de amor y ecológico, pues todo toma un segundo uso si está en buen estado. Comprar juguetes más amistosos con La Naturaleza como juguetes de madera que no contengan químicos ni pinturas, o juguetes rellenos de algodón orgánico, también es una manera de colaborar y de enseñar desde muy pequeño a tu pollito a cuidar y querer a su planeta.
Aquí algunas ideas:
Plástico reutilizado
Reutilizando botones
Juguetes de madera
Cada vez más esta “onda verde” se va expandiendo por el Mundo entero, y las personas comienzan a tomar conciencia, se detienen a pensar por un momento. Esto abre los ojos, pues no sólo los seres humanos nos vemos y veremos afectados, también los animales que son parte de nuestro mundo. Muchos de ellos se están extinguiendo producto de la polución, los químicos, el Calentamiento Global, e incluso a causa de actos que las personas hacemos sin tener idea del impacto que pueden tener, como por ejemplo, botar basura en los parques y playas. Allí habitan una serie de creaturas las cuales se quedan atascadas en las latas, envases o restos que dejamos botamos en el suelo.
Desde el más pequeño aporte realizado en casa, así como una buena educación, siendo siempre el ejemplo es lo que significa ser una mamá ecológica. Una madre preocupada, responsable, de mente abierta y que por supuesto, una Súper Mamá.
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