Si eres una madre que le gusta leer, seguramente también te gustará que a tu hijo le agraden los libros. Sabemos que un libro es una ventana abierta a la creatividad, juego e imaginación, también es un ejercicio importante de concentración, y entre otras ventajas ayuda en el aumento de vocabulario, la buena ortografía y el afianzamiento de los valores.
El interés por la lectura se inculca desde bebés al comprarle esos libros de grandes figuras y texturas que ellos pueden hojear sin ningún tipo de peligro. A medida que crecen las historias que les cuentas y los libros adaptados a cada edad harán que tu hijo busque nuevas aventuras en nuevos libros. Hacer de la lectura una rutina o un juego familiar también incentivará en ellos el ánimo por investigar, descubrir, crear, aún si tu niño no sabe leer y eres tú quien debe leerle el cuento.
Estrategias:
Propón lecturas adecuadas según la edad de tus hijos.
Incentiva la lectura como un hábito en casa.
Da el ejemplo, si eres un padre come libros, tu hijo seguramente también lo será.
Comenten en familia lo que están leyendo. Leer en familia favorece el vínculo y la comunicación.
Aquí les dejo un cuento corto para que compartan con sus hijos…
El Sol y la Estrella
Hubo una vez una estrella que una noche no volvió a casa cuando llego el amanecer. Deslumbrada por luz del día, Estrella se acercó cada vez mas al sol sin darse cuenta.
– ¿Qué haces aquí de día? ¿No ves que he salido? le dijo el Sol
– Es muy peligroso estar en mi presencia, porque te puedes quemar.
– Ya, pero es que me he despistado y no encuentro el camino a casa – respondió Estrella.
Sol indicó a Estrella como llegar hasta la noche para que encontrara su casa. Estrella se despidió de Sol y le permitió no volver a perderse más.
Desde entonces todos los días, Estrella y Sol se saludan desde lejos cuando se cruzan, al anochecer y al amanecer.
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