Cuando una mamá pasea a su bebé en un lugar público y abierto (como un parque o un centro comercial, por ejemplo) lo usual es que todo el mundo le sonría con ternura y se lleve a casa una coleccion de “awww, qué lindo tu nené!” Sin embargo, el panorama cambia por completo cuando el espacio se torna cerrado… ¿o acaso no has recibido una mirada fulminante cuando has viajado en avión con tu pequeñín? ¡Seguro sabes a lo que nos referimos!
Foto cortesía de: Parenting.com
Para minimizar este efecto en tu próximo viajecompartimos contigo algunos tips que pueden ser de gran ayuda:
Si tu bebé es un pollito de apenas meses de nacido…
* En la medida de lo posible procura que el viaje no sea mayor a 2 ó 3 horas.
* Trata de viajar en horas de la noche para que tu bebé duerma durante el vuelo.
* Al momento de hacer la reserva de los pasajes, el portal Miaerolinea.com recomienda preguntar por la disponibilidad de puestos que ofrezcan un poco más de espacio que el resto, ya que es muy posible que necesites cambiar pañales o atender alguna contingencia al viajar con tu bebé.
* Ya a bordo, averigua si en el avión disponen de sillitas especiales para peques pues pudieran facilitarte la vida durante el vuelo (algunas aerolíneas las brindan como parte del servicio).
* Cierra la salida de aire acondicionado que suele estar sobre el asiento para que tu bebé no se incomode con el frío.
* Asegúrate de que tu equipaje de mano incluya: comida para el bebé, pañales, toallitas húmedas, un cambio de ropa en caso de que tu pollito ensucie la que lleva puesta, una manta para abrigarlo, una toalla de mano (para limpiar cualquier accidente) y alguno de sus juguetes predilectos (siempre que sea liviano). Para tí es importante que lleves una camisa extra en caso de que tu hij@ te ensucie.
* Tal y como informa el espacio http://voices.yahoo.com, “para disminuir el dolor de oídos durante el descenso, la AAP aconseja ofrecer al bebé el seno materno, o un biberón para que succione”.
* Si el bebé llora y no puedes calmarlo en el asiento, intenta caminando por los pasillos cuando la señal de “abróchese el cinturón” esté apagada.
Foto cortesía de: Etsy.com
Ahora bien, si tu pollito ya está un poco más grandecito…
* Podría ser de gran ayuda que pidas el asiento de la ventana, pues a los niños siempre les encanta asomarse a ver las nubes. También trata de que sus puestos estén ubicados cerca de los baños y, ¡por supuesto!, asegúrate de que los puestos que les asignen estén juntos.
* Vístelo con ropa cómoda y, si el vuelo es de noche, considera llevarlo con la pijama ya puesta.
* Sorpréndelo en el avión con un arsenal de diversión: hojas y creyones para pintar, plastilinas, su película o programa favorito en tu tablet y algunos juguetes livianos.
* Uno de los momentos decisivos del vuelo es el aterrizaje, ya que a veces la descompresión produce dolor en los oídos y los pequeños tienden a desesperarse. Para prevenir esto, cuando el avión empiece su descenso dale un chicle para que mastique y asi evitarán que se le tapen los oídos.
Siguiendo estos consejos te auguramos una excelente experiencia al volar con tu pollito. ¡Buen viaje!
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