18 Feb · Malanie Fajre · 2 Comentarios
Ser feliz y vivir feliz no viene en un manual de instrucciones, sin embargo, la vida te da oportunidades para experimentar felicidad plena con simples detalles. Convertirnos en madres es algo que nos hace completas, pero hay veces que nos dejamos llevar por cosas irrelevantes y que podemos mal interpretar.
Con esto nos referimos a situaciones que en nuestra rutina diaria como los quehaceres del hogar, el trabajo y las responsabilidades, son cosas que forman parte de nuestra vida pero que al final del día no nos definen. Debemos encontrar siempre un balance, ya que nuestros consentidos y nuestra familia también forma parte de lo que somos.
Así como tenemos hábitos al levantarnos y al ir a dormir, debemos tener hábitos para nuestros día a día.
Las madres felices no tienen miedo de pedir ayuda de su familia y amigos. las madres que sufren y que extrañan esos fines de semana fuera de la ciudad o noches de ir al cine con su pareja es porque no encuentran una niñera o familiar dispuesto, sólo debemos decir la palabra mágica “Por favor”.
¿Has estado fuera de casa hoy? Aire fresco, luz del sol, y la naturaleza nos pueden ayudar a respirar. Podemos pasar la tarde paseando a nuestro bebé en un parque al aire libre, donde la naturaleza se encuentre a nuestro alrededor.
Siempre podemos encontrar un tiempo para hacer planes divertidos. Un sábado de playa o un domingo familiar para hacer lo que más nos guste. Planificar un viaje sorpresa también puede ser divertido.
El simple detalle de llamar a tu pareja con un apodo dulce como “cariño” es una muestra de amor. Podemos hacer la diferencia y tener días llenos de dulzura en casa.
Nos pasa que cuando somos madres las 8 horas de sueño no siempre se cumplen, pero, si nos planificamos podemos hacer un buen tiempo de descanso y nuestro cuerpo responderá muy bien. También pasa con la alimentación, si sentimos hambre, es mejor comer una rica fruta, avena o té en vez de chucherías, verás el cambio en tu cuerpo.
Nuestro mayor hábito puede ser el ejercicio, nada de dietas fuertes o cosas que nos hagan daño. Darle tiempo a nuestro cuerpo para moverse es lo mejor que podemos hacer. Yoga, natación, Pilates o cualquier actividad física que disfrutemos hacer.
Encontrar tiempo para nosotras es crucial, un largo baño leyendo una revista, una mascarilla facial, un masaje, son cosas que nos harán felices.
Ser amable con los demás no cuesta nada. Podemos demostrar colaboración con los vecinos o con la sociedad. Así somos las madres felices.
Si eres feliz no te compares o compitas con otras madres. Somos únicas. No compares tu casa con las demás o tu carro, ni tu familia. Ama lo que tienes y serás feliz.
Cuando somos madres tenemos amigas que también lo son. Tener una tarde de madres y amigas para hablar y compartir es un plan que definitivamente tenemos que hacer.
Comprar flores para nosotras o algo que nos guste sólo porque queremos es necesario.
Todas tenemos nuestras reglas en casa, pero a veces podemos jugar con ellas. Permitir que nuestros pequeños hagan de vez en cuando cosas que nunca hacen para encontrar un balance. Por ejemplo, podemos dejar que nuestros pollitos jueguen en el baño con burbujas el tiempo que quieran.
Si tenemos a dos pollitos en casa o más, podemos jugar con ellos por separado. Sin juzgar o comparar, podemos aprender de la personalidad de cada uno.
A veces nos encantaría que nuestros pequeños no crecieran para disfrutarlos al máximo, pero hay que dejar pasar etapas y mirar hacia el futuro. No siempre nuestras pollitas usarán su tutu para ir al ballet o nuestros pollitos tendrán su carrito de juguete. Si nos aferramos a esto nos podrá afectar, pero lo mejor es disfrutar cada una de sus etapas de la vida.
Tratamos de ser las madres perfectas, pero aquí nos ven, perdemos la paciencia, nuestro humor cambia y esa no es la idea. Saca algo bueno de una mala situación, no te castigues por eso. Aprende a perdonar y vivirás feliz.
Los niños ríen al ver a su mamá reír, y esto hace que nuestro cerebro produzca una sustancia de la felicidad llamada serotonina. Reír con tus consentidos hasta soltar lágrimas puede ser el mejor secreto de una mamá feliz.
Tener este hábito puede ser uno de los más importantes. Podemos tener “momentos de abrazos y besos” o acurrucar a nuestros pollitos cuando duermen. Las madres felices abrazan a sus niños cada vez que pueden. Un buen consejo es “Abrázalos mientras puedes” .
Fuente: www.parents.com
Etiquetas: Dormir, embarazo, maternidad
Categoría: Actividades, Bebés, Desarrollo, ECOmamás, Embarazo, Maternidad, Niños/as, Pollito Inglés
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