Ideas para reutilizar tela de suéter en Navidad

15 Dic · Catherine Perez · 1 Comentario

Las telas son nuestro material favorito en Mamás Ecológicas. Son tan prácticas, hermosas y por supuesto, reutilizables y no podemos pasarlas por alto en esta época del año. ¡Hay tanto qué hacer con ellas!

Todas, absolutamente todas tenemos algún que otro suéter en casa, ya sea nuestro, de nuestro esposo, padres o hijos. Y por ser fecha de fiestas, siempre estamos buscando cosas nuevas, así que las más viejitas se quedan en el closet. ¿Qué te parece reutilizar todos esos suéteres para hacer adornos navideños?

Comencemos por los cojines. Es muy fácil, sólo toma el suéter, si es navideño aún mejor, córtalo por debajo de las mangas, cóselo al revés y déjale una ranura. Ésta será para rellenarlo de algodón, que puedes tomar de otro cojín que ya no coloques en el sofá por estar un poco viejo. Luego, dale la vuelta a la tela, comienza a rellenar y finalmente cose la ranura. ¡Así de simple! Se verá hermoso en la sala de tu hogar.

Cojín hecho con tela de suéter

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¡Esta idea te va a encantar!

Forra los regalos de Navidad para tus seres queridos con tela de suéter. Sí, es más fácil de lo que piensas. Lo que debes tomar en cuenta es que sean objetos cuadrados o rectangulares como libros por ejemplo. Si deseas puedes buscar una cinta roja o verde (para darle el toque navideño) y colocársela alrededor formando un lazo. De esta manera se verá como un regalo.

Libros forrados con tela de suéter

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Si tienes bolitas de Navidad para el árbol o mejor aún, maquetas del Sistema Solar de tu pollito, no las botes, envuélvelas en la tela, preferiblemente de colores o estampados navideños, como los cojines. Así tendrás nuevos adornos para el árbol ¡sin haber comprado ni gastado en uno solo!

Bolitas de Navidad forradas con suéter

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Otra idea muy original es hacer una bota de Navidad. Puedes tomar un suéter de cada miembro de la familia y hacerlo por tamaños. Por ejemplo, el de papá que es la talla más grande será la bota más grande, luego el de mamá y finalmente el más pequeñito, ya que lleva menos tela, pero el más importante de todos: ¡tu pollito!

Bota navideña