22 Feb · Malanie Fajre · No hay comentarios
viernes, 21 de febrero de 2014
Fuente: marialeonstyle.com |
Cecodap, como organización social de promoción y defensa de los Derechos Humanos de la Niñez y Adolescencia y promoción del Buen Trato propone:
Formar con el ejemplo. Un trabajo que debe empezar por nosotros. En el discurso exigimos tolerancia y respeto, pero seguimos siendo intolerantes; diálogo, solo queremos escuchar lo que nos conviene e interesa; fe, no creemos en lo que los demás dicen y hacen; perdón, fomentamos resentimiento y odio. Con nuestro ejemplo aprenden a ser incoherentes, incongruentes e inconstantes.
Proteger su integridad física. Evitar la presencia de niños en manifestaciones, especialmente en lugares en los que se han presentado enfrentamientos y puede ponerse en peligro su vida. Evitar que se asomen en balcones, ventanas, puerta de edificio, salgan a la calle cuando se estén produciendo hechos violentos o los ánimos estén caldeados.
Promover principios y valores propios de la democracia. Toca a cada uno de nosotros tomar la decisión sobre lo que debemos hacer en nuestros espacios para que nuestros niños, niñas y adolescentes cuenten con las herramientas para enfrentar la crisis que se vive en el país. A los valores hay que darle contenido. Es importante preguntarles qué significa respeto, tolerancia y honestidad. Si partimos de ejemplos, relatos y testimonios, el resultado será mucho mejor.
Preguntar qué piensan y sienten. Nuestros hijos no están ajenos a la realidad política. Es importante escucharlos para conocer sus puntos de vista sobre lo que conocen, piensan y sienten del conflicto que vivimos. ¿Qué piensan de la democracia? ¿de la división del país?, de los problemas que vivimos, del alto costo de la vida, de la escasez de productos básicos, de la inseguridad, de los servicios públicos y qué se debería hacer para mejorar nuestra calidad de vida y gozar de nuestros derechos.
Valorar sus comentarios y opiniones. Aunque sus relatos, aparentemente sean una repetición de información que han recibido a través de los diferentes agentes de socialización, es importante partir de lo que captan propiciando espacios para la orientación a través del intercambio para hacer de la crisis un momento educable.
Tomar en cuenta la edad y momento de desarrollo. La formación y participación se deben tomar de las características y condiciones del niño, su madurez y etapa de desarrollo.
Reconocer que todos influyen políticamente (familia, escuela, medios de comunicación…). La indiferencia o indolencia ante lo que sucede es una forma de asumir una posición política. Lo que no le decimos nosotros se lo dicen los otros: amigos o compañeros, vecinos y medios de comunicación.
Estar atentos al entorno. La manipulación está permanentemente al acecho. Si se realiza con y entre las personas adultas, también se hace con los niños. Allí es donde hay que poner la lupa e insistir que la participación sea genuina y en condiciones que no pongan en riesgo su integridad.
Brindar apoyo emocional. Los niños, niñas y adolescentes perciben y reciben informaciones de todo tipo siendo necesario ofrecerles las herramientas y oportunidades para comprender, en función a su edad, los momentos que vivimos y brindar una adecuado apoyo frente a cualquier estado de estrés, ansiedad, temor, preocupación, rabia, depresión o euforia que los afecte. Los padres, madres y familiares son determinantes en lograr la estabilidad emocional de sus hijos y deben orientar o aclarar cualquier duda que puedan tener sin que ello implique una sobreexposición de información, imposición de opiniones.
Mantener las rutinas familiares. Generar espacios de juego, pintura, música, deporte…. administrar el uso de redes sociales son algunas herramientas que contribuyen a crear un clima de mayor tranquilidad, confianza y seguridad.
Estar alerta a nuestras reacciones. Nuestros estados emocionales pueden hacer que perdamos el control y utilizamos la agresión física o verbal para corregirlos. Es importante entender que también ellos pueden mostrarse ansiosos, inquietos, hostiles al no saber manejar sus emociones. Esto se agudiza cuando no pueden asistir a sus centros educativos o espacios recreacionales y se ven obligados a permanecer en sus casas.
Buscar apoyo profesional. Como adultos es fundamental reconocer, validar y manejar nuestras emociones. Es perfectamente válido y hasta lógico sentir miedo, angustia o rabia frente a cualquier situación que nos afecte, el reto es canalizar de forma positiva y pacífica el uso positivo de la emoción sin tener que lastimar y violentar los derechos del otro. Si sentimos que la situación se nos va de las manos: nos volvemos obsesivos, no podemos controlar nuestras emociones, no contamos con quién compartir y desahogarnos, es importante buscar apoyo especializado.
Cecodap es una organización venezolana con más de 29 años de trabajo ininterrumpido y comprometido con la promoción y defensa de los derechos humanos de la niñez y adolescencia haciendo especial énfasis en la construcción de una convivencia sin violencia a través de la participación ciudadana de los niños, niñas y adolescentes, familias, centros educativos y sociedad.
Cecodap promueve un movimiento nacional y social por el Buen Trato que involucra a diferentes actores que reconocen, respetan y defienden los derechos de las niñas, los niños, las y los adolescentes en prevención de la violencia en el ejercicio de su ciudadanía.
Artículo obtenido del blog decodap.blogspot.com
Publicado por Oscar Misle Terrero, reconocido Educador, Psicoterapeuta fundador de CECODAP
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