Por
más que quisiéramos disfrutar a nuestros pollitos cada momento del día (sobre
todo cuando están pequeños), muchas debemos ausentarnos de casa y volver a la
realidad, es decir, al trabajo. Cuando eso ocurre, un gran porcentaje de nosotras
encontramos la salvación dejando a los “peques” con sus abuelos, pero el
sentimiento de culpa por esas horas de ausencia pudiera asechar. Antes de que
eso pase, seamos proactivas. El hecho de que no estemos con nuestros hijos las
24 horas del día no quiere decir que no podamos valernos de uno que otro truco
para estar presentes en su cotidianidad de alguna u otra forma, así que presten
atención:
¡Santa tecnología! Acorten la
distancia que hay entre su oficina y la casa de sus padres (o suegros) para comunicarse
con sus hijos, valiéndose de herramientas que les permitirán no sólo hablar con
ellos, sino también verlos. Skype o Facetime son sólo algunas de las opciones a
mano que pueden utilizar de forma completamente gratuita. Con sólo 5 minutos
que tomen de su hora de descanso podrán alegrarle el día a sus nenés con una
video llamada. Así, podrán saber cómo les fue en el colegio, qué cosas han
hecho con sus abuelitos, guiarlos con las tareas, y ¡por supuesto decirles cuánto
los aman!
Foto cortesía de: Lilsugar.com |
Ring, ring. Estén en contacto por teléfono para saludar, monitorear y supervisar. Lo ideal es que la madre mantenga su autoridad y procure participar lo más posible en su crianza, cosa que puede hacer incluso a distancia con frecuentes llamadas telefónicas para chequear que todo esté bien y conversar con el niño. Además, permitan que sus pollitos las llamen a la oficina al menos por unos pocos minutos para oír sus voces y sentirlas más cerca.
Cuiden la coherencia. Es muy importante que se pongan de acuerdo con los abuelos para que compartan y sigan las mismas pautas de crianza. De esta manera, sus pollitos no recibirán mensajes contradictorios. Lo que se busca es que lo aplaudido por unos no sea cuestionado por los otros.
Foto cortesía de: http://grandmas-dreams.tumblr.com |
Sorpréndanlos. Visto que los
abuelos son sus grandes aliados, aprovechen para que sean sus cómplices en algo
que encantará a sus chicos… Reconozcan sus méritos por hacer la tarea, bañarse,
hacer caso, comérselo todo, entre otras, dejándoles pequeños detalles con quien
los cuide. La idea es que cuando sus pollitos hagan una buena acción, su
abuelito(a) le entregue “de parte de mami” el detallito. De esta forma no sólo
se harán presentes de alguna manera, sino que también reforzarán conductas
positivas.
Pónganse al día durante el
fin de semana. Los sábados y domingos, compensen su temporal ausencia física
de la semana. Compartan actividades de su agrado y refuercen el mensaje “soy tu
mama, te quiero y me importas mucho”.
Recuerden que es imposible ser mamás omnipresentes y
que no hay una mamá perfecta. Lo que sí podemos es hacer nuestro mayor esfuerzo
por ser cada día mejores madres, así que ¡manos a la obra!