[lms_login]

Los berrinches: qué son, por qué se desencadenan y cómo prevenirlos (I)

Si tu hijo expresa una emoción no placentera con mucha intensidad, llora, se tira al piso, grita, da señales de irritabilidad y se le hace muy difícil atender a las demandas del adulto por estar muy inmerso en sus emociones, es porque seguramente está en medio de un berrinche (sobre todo si tiene entre los dos y los cuatro años de edad), algo totalmente natural en el desarrollo psicológico de los niños.

Sin embargo, esta etapa suele ser un motivo de ansiedad y preocupación para los padres. Quienes pueden creer que se debe a un acto de rebeldía, desobediencia o mala crianza. Nada más alejado de la realidad.

Los berrinches o rabietas

¿Qué son los berrinches o rabietas?

Un berrinche o rabieta no es más que un proceso normal de maduración, que puede originarse por la frustración de no poder imponer su voluntad y que a su vez se utiliza como medio de expresión, en una edad en la que todavía no conoce todas las palabras para hacerlo verbalmente.

¿Y por qué actúa de esa manera? “Porque a partir de los 2 años comienza un proceso en el cual el niño ya tiene más control motor y se separa un poco más de papá y mamá. Por eso es que viene el famoso ‘no, no, no’ a cada rato”, señala Melissa Rosales, psicóloga infantil y especialista en Psicología Clínica. “Como se está diferenciando, una forma de hacerlo es decir que no. ‘Yo también me molesto’. Es hasta sano que un niño se diferencie y marque que es una persona distinta a mí, dentro de todo lo que es el proceso de desarrollo de un ser humano”.

¿Qué puedo ir haciendo para controlar estas situaciones?

Lo primordial es entender la condición del pequeño y saber que es totalmente distinta a la de un adulto. Si se comprende que los niños no pueden autorregularse -porque no poseen la suficiente madurez para ello- entonces no puedes exigirle que lo haga.

A partir de ese punto, los padres deben ir aplicando ciertos mecanismos, según sea el caso, para contener a sus hijos de la mejor manera posible. Por ejemplo, si alejarse ayuda al adulto a que se calme y atienda la emoción del niño y haga lo que tiene que hacer, chévere. Tampoco debe verse como una barbaridad cuando el adulto se pone a hacer otras cosas durante la situación, mientras le funcione para calmarse y así poder encargarse del chico.

Lo ideal es que pueda aportar esa madurez que el chiquillo no posee y ofrecer toda su contención. Todo debe regirse por el respeto y la calma, porque si en su lugar los padres responden desde la ira y no desde la estabilidad emocional, es obvio que no se logrará nada ni se dará el mejor ejemplo. Un padre en calma seguro tranquilizará mejor al infante en vez de uno atacado por los nervios y los impulsos.

“Eso va a depender de cada caso y de cada línea en la cual te puedas ubicar. El primer paso es calmarse y si ello significa que se aparte un poco, que cuente, que respire y que luego lo atienda, a veces va a ser necesario”, afirma Rosales.

Otra de las alternativas es la de generar, poco a poco, alguna manera de conectarte con tu hijo que te ayude a salir de la situación. “Hay padres que empiezan a respirar con los niños. Otros generan un código especial donde hacen una seña y el niño entiende y a partir de allí empieza a respirar”, comenta. “Hay papás que pueden agacharse a nivel del niño y ofrecer un abrazo. Entonces el niño va, abraza y lo contienen. Eso logra que se sienta entendido en ese momento y luego de que esté más calmado, se le enseña la lección, se le establece el límite y no se cede, por ejemplo, ante la demanda. Así sea por una frustración con el adulto”.

Fuente: psicochamos.com.ve

¿Cómo afrontar un berrinche desde la crianza respetuosa?

Berrinches y Rabietas

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *




¡Síguenos!

¡Contáctanos!

Hola@pollitoingles.com


Pollito Inglés © 2019