Foto tomada por Nadyra Muhammad |
En estos días conversaba con unas amigas sobre los
desayunos, algo que generalmente hacemos apuradas, porque algo que parece una
regla matemática en ellos es: ¡en las mañanas siempre es tarde!
Cada familia tendrá su rutina y sus propias estrategias para
hacerle frente a “la hora loca”; así se llama en mi casa y no por lo divertida,
sino por lo impredecible…, por lo que las estrategias tienen vigencia de una
semana más o menos, pero eso es otro tema, hablemos pues de los desayunos.
Mi única estrategia fija es que Natalia se toma un vaso de
leche al levantarse y luego desayuna en el colegio, de lo contrario yo llegaría
a mi trabajo a la hora de la salida.
Esta estrategia ha hecho necesaria la búsqueda de una serie de desayunos
que sean ricos para la lonchera y fáciles de preparar o de comprar, porque en
la mañana casi todo se vale, especialmente porque el desayuno es la comida más
importante del día después de una gran cantidad de horas de ayuno. Por suerte,
el desayuno es una de las comidas que más le gusta a Natalia; de hecho, fue
haciendo arepitas y panquequitas de figuritas que comencé con esto de decorar
las comidas.
A solicitud de mis amigas, te agrego una lista de los
desayunos que más uso; sin embargo, hay muchísimos más, pero que dependen del
gusto y los hábitos de cada hogar. Lo importante en todo caso es procurar que
sean balanceados, como en todas las comidas, y que se mantengan con buen
aspecto y sabor hasta la hora que los pequeñitos se lo comen.
• Arepitas
horneadas: me gusta preparar la masa con leche, quesito rallado y mantequilla.
Colocas el disco de masa en tu mano, como una arepa, y lo cortas con el molde
de tu preferencia.
Luego le “sacas cara” en una plancha y al horno. Mientras se
hornean puedes ir haciendo otra cosa.
• Empanadas,
generalmente de queso. Le agrego un puntico de azúcar a la masa y quedan casi
tan ricas como las margariteñas. Envuélvelas en papel de aluminio; no le pongas
antes la servilleta, pues con la humedad el papel se pega a la comida y se
acaba la magia. Sólo en papel de aluminio y luego en un envase que ayude a
conservar el calor. Coloca la servilleta aparte.
• Panquequitas
con miel. Algunos días le agrego también una lluvia de quesito rallado.
• Cachapas.
Las puedes cortar con formitas al igual que las panquecas. Algunas personas
dejan la mezcla lista en la nevera y sólo la cocinan en la mañana, es una
opción válida. Sin embargo, al igual que con las panquecas, yo prefiero
prepararla en un minutico en la mañana, pues no me gusta dejar la mezcla por 12
horas con huevo crudo en la nevera.
• Tostadas
francesas. Me encanta la receta con cambur de Kristina Wetter; le agrego
también un poquito de quesito rallado.
• Sánduches.
Para Natalia, generalmente, son de miel y queso blanco; si ve el pavo ¡se lo
saca! También son facilísimos de picar con cortadores.
• “Pequeños”
horneados (tequeños)
• Avena. Yo
mando en la lonchera la que ya viene envasada tipo juguito y lo completo con
una galleta. Me encantaría que fuera con
una fruta, pero mi muchachita dejó de comer frutas picadas, ese es mi próximo
reto.
• Golfeados
con quesito blanco.
• Yogourt. Puedes acompañarlo con cereal o alguna
galleta (no chuchería)
• Pastelitos
de “masa fácil”. Hazlos horneados y quedan igualmente ricos. Mi amiga Verónica
usa la masa para envolver barritas de queso y dice que quedan muy sabrosos.
• Quesito
picado acompañado de galletas de soda, señoritas o pan tostado. Si tu hijo come
pavo, agrégale rollitos de éste. El otro día descubrí que el queso telita
picadito con cortadores es un éxito.
• Cereal con
leche.
Suelo acompañar todas las loncheras con un jugo natural y
agua.
He visto otras loncheras que, según los hábitos de cada
familia y los gustos de cada pequeño gourmet, son válidas: mini pizzas,
huevitos de codorniz sancochados, salchichas, nuggets… Yo prefiero no colocar
nada con huevo o atún, pues el olor no es muy agradable al abrir el envase.
Toma en cuenta la manera de empacar el desayuno, eso
realmente puede hacer la diferencia para que se vea apetitoso o no antes de
comerlo. Si vas a poner un cachito de la panadería trata de picar en un envase
sólo lo que tu hijo puede comer. No
“lances” el cachito en la bolsa con todo lo demás en la lonchera, pues llega la
bolsa llena de grasa y el cachito aplastado por el jugo o cualquier otra cosa
que esté adentro, ¡nada rico!
Si tu hijo desayuna en casa, manda sólo en la lonchera una
merienda para media mañana; pero ten en cuenta que, aunque ya haya desayunado,
esta merienda debe ser igualmente saludable.
No envíes chucherías que, además de perjudicar la salud de tu hijo, sabotean
los buenos hábitos de alimentación de sus amigos.
Y una última nota: los jugos naturales son muy superiores a
los envasados, no sólo por el aporte de vitaminas, sino porque los
pasteurizados contienen grandes cantidades de azúcar y almidón que lo único que
aportan es gordura. Preparar el juguito en la noche no es muy molesto, déjalo
en una jarra de vidrio y en la mañana lo sirves en su termo y listo.
Estas son las panquecas favoritas de Natalia: Una torre de
florecitas con miel y papelón con limón.
Feliz semana amigos!
Nadyra Muhammad Mirabal
Psicopedagoga y la mamá de Natalia.
@mamadeNatalia
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