La Princesa Natalia, así se llamaba, era feliz y juguetona…hasta que llegaba la hora de la comida, entonces se transformaba en el dragón de dos cabezas que vivía en el bosque detrás de su palacio, (¡en serio!!) hasta lanzaba fuego por la boca, rajuñaba, gritaba, se contorsionaba y por su puesto lloraba.
Todos sus súbditos se esmeraban por preparar para la Princesa Natalia los mejores platillos, pero nada funcionaba, a ella solo le gustaban las meriendas y los teteros, lo cual era malísimo porque Natalia estaba un poquito redondita, es decir, gordita!!
Un día llegó al palacio, Mónica, el Hada de la Formas y todo cambió…para bien, claro!
Mónica trajo de regalo para Natalia miles de formas y figuras que aparecen solo en sus comidas (no, en las meriendas no, solo en las comidas que alimentan y ayudan a crecer).
Desde entonces, como por arte de magia, la princesa Natalia almuerza sin llorar y hasta come vegetales sin saberlo!!!!! En sus platos aparecen a diario personajes de cuentos y películas, ositos, flores, conejos, tortugas, patos, estrellas, flamencos, camellos y hasta un tiranosaurio rex!!
Todos los súbditos del reino están muy agradecidos al Hada de las Formas porque ahora el dragón del bosque ha dejado de aparecer en el comedor del palacio, y hasta la pancita de la princesa ha comenzado a ponerse más chiquita.
Nadyra, la mamá de Natalia
@mamadeNatalia
Colaboradora Blog de Pollito Inglés
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