A la hora de limpiar y desinfectar nuestras casas, seguimos la tradición y las enseñanzas que hemos recibido en desde pequeñas. Una creencia muy común es que para quitar manchas muy rebeldes, moho o grasa, debemos usar productos químicos muy fuertes. Sin embargo, la ciencia nos ha enseñado que hay productos naturales que producen los mismos efectos, sin dejar residuos dañinos para la salud, ni para las superficies, o para
el aire que respiramos.
Aquí te presentamos algunos trucos de limpieza que te sorprenderán:
El vinagre blanco es un excelente remedio para limpiar los excesos de jabón en el baño (lavamanos, bañera, jabonera, etc.). Calienta un poco de vinagre en el microondas, sólo hasta que está tibio, y colócalo en una botella con rociador (spray). Aplica una buena cantidad de este vinagre tibio en los lugares donde veas manchas de jabón y espera una media hora. Luego frota con un cepillo y enjuaga con agua limpia.
¿Le tienes miedo a los productos para limpiar el horno? Basta leer las instrucciones y oler el producto, y ya te da dolor de cabeza! Aquí te damos la solución: BICARBONATO DE SODIO. Con el horno apagado, espolvorea generosamente el piso del horno hasta cubrirlo y rocía con agua hasta que quede bien húmedo. Mantenerlo húmedo durante unas pocas horas, si es necesario, vuelve a rociar con más agua. Luego déjalo reposar toda la noche. Al día siguiente, limpia la soda que se formó en la superficie, enjuaga con agua y listo!
Elimina las manchas de óxido con sal y vinagre o jugo de limón. Rocía la mancha de óxido con sal y frota con vinagre blanco o limón. Déjalo remojando toda la noche y en la mañana enjuaga y verás como el óxido desaparece.
Limpiar las ventanas puede ser difícil. Los limpiadores de vidrio convencionales suelen dejar una delgadísima capa de cera que impide que los limpiadores naturales actúen. Para eliminar este residuo de cera, primero mezcla ¼ de taza de vinagre blanco con ½ cucharadita de jabón de lavar platos y 2 tazas de agua. Vierte esta mezcla en una botella plástica con rociador, rocía la ventana y límpiala frotando bien. Esta operación sólo la debes hacer 1 vez para eliminar la capa de cera. A partir de entonces, limpia tus ventanas con una mezcla que contenga 4 porciones de agua y una porción de vinagre (4:1).
Las manchas de grasa y suciedad, incuso las que tienen mucho tiempo, responden muy bien al vinagre puro. Deja la pieza remojando por unos minutos y luego enjuaga. Si necesitas añadir más algo más fuerte para frotar la pieza, añade un poco de bicarbonato de sodio. Si la mancha es realmente “monstruosa” puedes hacer una mezcla de ½ taza de vinagre con bicarbonato y añadirle jabón líquido de lavar platos hasta que se forme una pasta gruesa. Usando guantes, aplica esta pasta con una esponja directamente sobre la mancha. Frotar y luego enjuagar.
NOTA IMPORTANTE! Nunca mezcles cloro con vinagre,
amoníaco ni con otros ácidos. Esta combinación puede
producir gases que pueden causar la muerte al inhalarlos.
Extractos tomados y traducidos de: Environmental Working Group, Reports and Consumer Guides. November 3, 2009 y del blog de Seventh Generation.
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