En días recientes las lluvias y descargas eléctricas han sido una constante en Venezuela. Cuando esto ocurre, y más aun cuando sucede de noche, nuestros pollitos suelen correr hasta nuestras camas espantados por los rayos y truenos. Te suena conocido este escenario?
Pues bien, cuando esto pasa es el momento ideal para acoger a tu hijo con cariño, serenarlo y explicarle con palabras sencillas que la lluvia, los relámpagos y los truenos no son más que expresiones de la naturaleza, y que son completamente normales. Aprovechar estas oportunidades para hacerle entender lo que ocurre a su alrededor puede hacer la diferencia entre un niño temeroso y uno curioso ante los fenómenos de la naturaleza.
Foto cortesía de: Photo-forum.net
Para disipar sus temores, explícale que cuando las nubes se ven oscuras y gorditas es porque están cargadas de agua y diminutos pedacitos de hielo. Al moverse, los hielitos chocan entre sí produciendo electricidad dentro de la nube y, cuando eso pasa, la electricidad sale de ella en forma de rayos y/o relámpagos. Son precisamente esos rayos los que iluminan el cielo y su sonido es lo que conocemos como truenos.
Visto que perdemos el temor a las cosas a medida que dejan de ser un misterio, te animamos a que familiarices a tu pollito con el tema. Una forma puede ser a traves de historias (hoy en día las librerías ofrecen una amplia gama de cuentos infantiles al respecto) y otra muy divertida puede ser apoyándote en programas educativos como Plaza Sesamo, por ejemplo. Así pues, te dejamos un gracioso episodio para que compartas con tus chiquitos…
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